¿Cómo deben actuar las empresas para respetar los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales?

En todo el mundo se ha incrementado la preocupación sobre la violencia y abusos a los derechos de las personas LGBTI+. A pesar de las denuncias públicas y el admirable trabajo de colectivos y organizaciones de la sociedad civil, aún existen retos importantes, desde la criminalización de las relaciones entre personas del mismo sexo y de las personas trans hasta la discriminación y los estereotipos. Además, en los últimos años algunos gobiernos están tomando medidas, como la limitación del activismo y la prohibición de actos culturales para restringir aún más los derechos de las personas LGBTI+.

Por ello, en el marco de la celebración del Pride muchas empresas en el mundo crean campañas en apoyo a la lucha en favor de los derechos de las personas LGBTI+, ya sea de manera simbólica o a través de proyectos de comercialización. La visibilidad y el apoyo desde empresas que se muestran como aliadas de las personas LGBTI+ es fundamental pero es aún más importante que se realicen acciones para que los derechos de todas las personas sean respetados en el contexto empresarial. Es importante visibilizar cuáles son los principales riesgos e impactos de la actividad de las empresas en las personas LGBTI+ y proporcionar elementos para prevenirlos, abordarlos y repararlos efectivamente.

Las Normas de Conducta publicadas por la ONU se fundamentan en los Principios Rectores y ofrecen orientación a las empresas sobre cómo cumplir su responsabilidad de respetar los derechos humanos, incluidos, en este caso, los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI). Ello supone analizar las prácticas empresariales de principio a fin de la cadena de suministro para velar por que se haga frente a la discriminación en todo momento y de las acciones que pueden realizarse incluso más allá de esas cadenas de suministro para contribuir a generar un cambio social en las comunidades en que realizan sus operaciones aprovechando su influencia. Las empresas de todo el mundo tienen la oportunidad de utilizar su posición y sus relaciones con diversos interesados locales para contribuir a lograr una mayor igualdad para las personas LGBTI. 

Las 5 normas se pueden entender de la siguiente manera:

 

1. RESPETAR LOS DERECHOS HUMANOS

Es responsabilidad de todas las empresas respetar los derechos humanos, incluidos los derechos
de las personas LGBTI, en sus operaciones y relaciones comerciales. Las empresas han de formular políticas, ejercer la diligencia debida y, en los casos en que sus decisiones o actividades hayan repercutido negativamente en el disfrute de los derechos humanos, remediar dichas repercusiones. 

También deben establecer mecanismos para vigilar que cumplan las normas de derechos humanos y para informar al respecto. En situaciones en que se haya documentado un gran número de violaciones de los derechos humanos de las personas LGBTI, incluidos los países que dispongan de leyes y prácticas discriminatorias, las empresas deberán ejercer una mayor diligencia debida para asegurarse de que respetan los derechos de las personas LGBTI.

2. ELIMINAR LA DISCRIMINACIÓN

Las personas trabajadoras y otras personas en el contexto empresarial tienen derecho a no ser discriminados. Las empresas deben asegurarse de que no existe discriminación en la contratación, el empleo, las condiciones laborales, las prestaciones, el respeto de la intimidad y el tratamiento del acoso.

3. PRESTAR APOYO

Las personas LGBTI son empleados, gerentes, propietarios de empresas, clientes y miembros de la comunidad, y sin embargo muchas de ellas se enfrentan a enormes obstáculos para ser aceptadas e incluidas en el lugar de trabajo. Las empresas han de crear un entorno positivo y afirmativo en su organización para que los empleados LGBTI puedan trabajar con dignidad y sin estigma. Esta norma requiere que las empresas vayan más allá de la igualdad de prestaciones y adopten medidas para garantizar la inclusión, lo que supone atender las necesidades específicas de las personas LGBTI en el lugar de trabajo.

4. PREVENIR OTRAS VIOLACIONES DE LOS DERECHOS HUMANOS

Las empresas deben asegurarse de que no discriminan a los proveedores y distribuidores LGBTI ni a los clientes LGBTI a la hora de que estos accedan a sus productos y servicios. Además, en sus relaciones comerciales deben asegurarse de que sus socios no discriminen. Si algún socio discrimina a las personas LGBTI, las empresas deben utilizar su posición para evitar tales actos. Ello implica no solo ya evitar la discriminación, sino hacer frente a problemas de violencia, acoso, intimidación, malos tratos, incitación a la violencia y otros abusos contra las personas LGBTI en que las empresas puedan estar implicadas por medio de sus productos, servicios o relaciones comerciales. Las empresas deben asegurarse asimismo de que los clientes LGBTI pueden acceder a sus productos y servicios.

5. ACTUAR EN LA ESFERA PÚBLICA

Las empresas deben utilizar su posición para contribuir a poner fin a los abusos contra los derechos humanos en los países en que realizan sus actividades. Al hacerlo, deberán colaborar estrechamente con las comunidades y las organizaciones locales para definir qué enfoques constructivos pueden adoptar las empresas en contextos en que los marcos jurídicos y las prácticas vigentes violen los derechos humanos de las personas LGBTI. Esas medidas pueden consistir en la promoción pública, la acción colectiva, el diálogo social, la provisión de apoyo económico y en especie a las organizaciones que promuevan los derechos del colectivo LGBTI y la oposición a la validez o la implementación de medidas gubernamentales abusivas. Las empresas tendrán que ejercer una mayor diligencia debida para asegurarse de que respetan los derechos de las personas LGBTI en situaciones en que se haya documentado un gran número de violaciones de los derechos humanos, incluidos los países que dispongan de leyes y prácticas discriminatorias.

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