Organizaciones de todo el mundo se reúnen para dar soluciones a la crisis climática

Más de 20 expertas y expertos en derechos humanos de 15 organizaciones se dieron cita en la Ciudad de México para crear una agenda que aporte soluciones a la crisis climática, con miras de alcanzar la justicia climática con perspectiva de género y racial, tomando en cuenta la responsabilidad corporativa.

 

Estas personas participaron en la Reunión Global Estratégica sobre Justicia Climática y Rendición de Cuentas Corporativa convocada por el Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales A. C. (ProDESC), Center for Constitutional Rights (CCR) y el European Center for Constitutional and Human Rights (ECCHR) el 17 y 18 de abril.

En la reunión se presentaron tres casos de experiencias de defensoras de derechos humanos, que ilustran los principales desafíos y obstáculos que enfrentan las comunidades indígenas, marginadas y racializadas.

 

Anne White Hat, una mujer indígena y una de las principales líderes de la campaña para detener la construcción del oleoducto Bayou Bridge en Luisiana, hizo un llamado a todas las personas que defienden sus territorios, instándoles a buscar alternativas creativas para alcanzar la justicia. Aunque no logramos detener la construcción del oleoducto, sí conseguimos que se moviera de lugar.

En su participación, Magdalena Sepulveda, de la Global Initiative for Economic, Social and Cultural Rights (GIESCR), destacó: “Las mujeres están liderando la lucha por el territorio, la sostenibilidad y la defensa de nuestro medio ambiente”.

En la reunión se debatieron y subrayaron las principales necesidades, oportunidades y retos de una articulación global de estrategias para lograr la justicia y la responsabilidad corporativa.

Macarena Martinic enfatizó: “Vemos violaciones de derechos humanos, despojo de tierras, privación del derecho a vivir en un medio ambiente sano, y por eso es importante construir esta agenda global y forjar alianzas colectivas para abordar este tema”.

Los participantes concluyeron que las prácticas de despojo, tanto de recursos como de conocimientos, son comunes en territorios de todo el mundo, y que la justicia racial, de género y climática están influenciadas por el colonialismo y la visión de la propiedad privada. También se destacó la necesidad de reconocer que los grupos marginados y racializados han asumido históricamente todos los costos de la industria fósil y ahora están asumiendo todos los costos de la transición energética.

En la reunión se habló de  explorar nuevas vías para conectar las luchas del Sur Global con los foros transnacionales e internacionales, buscando identificar más organizaciones y movimientos aliados para activar una agenda global renovada de DDHH e implementarla desde una lógica transnacional.