¡JUNTAS por los derechos de las trabajadoras en las maquiladoras!
Ante la necesidad económica, muchas mujeres en México se ven obligadas a dejar sus Estados de origen y emigrar hacia áreas geográficas con más oportunidades laborales. Dejan atrás su vida, sus hogares e hijos con la esperanza de encontrar un trabajo que les ofrezca una mejor calidad de vida para ellas y sus familias. Por la cercanía con los Estados Unidos, Ciudad Juárez es una ciudad que recibe cada año miles de mujeres de todo México. Las maquiladoras son, entre otros espacios, gran fuente de empleo para dichas mujeres. Las condiciones laborales en las maquiladoras se inscriben en un contexto de constante explotación y discriminación. Las mujeres que trabajan en las maquiladoras han reportado que desde que son reclutadas experimentan prácticas discriminatorias y contrarias a la Ley. Por ejemplo, algunas mencionan haber sido obligadas a realizarse una prueba de antidoping o embarazo como condición para su contratación. Las mismas ofertas laborales contienen criterios de selección poco alentadoras como límites de edad o cuadros de salud específicos para poder entrar a trabajar. Las mujeres trabajadoras de las maquiladoras, mencionan tener turnos de trabajo de hasta 12 horas al día por un salario de subsistencia. Pocas veces se les explica claramente cuáles son las actividades que deben desempeñar, por lo que entre ellas mismas se tienen que capacitar. En contadas ocasiones durante su día laboral tienen oportunidad de descansar, incluso, de ir al baño. Las largas jornadas de trabajo, día tras día, representan un desgaste físico y emocional. Varias mujeres que trabajan o han trabajado en el sector sufren de estrés, ansiedad y deterioro en las articulaciones, espalda o muñecas. Estos daños son permanentes e irreversibles, lo que a largo plazo implica que las mujeres afectadas finalicen anticipadamente su vida laboral y pierdan su autonomía económica. La pandemia de COVID-19 solo vino a exacerbar una situación de precariedad laboral y discriminación hacia las personas trabajadoras de las maquiladoras. Actualmente, muchas personas con comorbilidades como obesidad, diabetes o hipertensión han sido despedidas y se les ha dificultado mucho volver a colocarse en el mercado laboral. A falta de grupos que reivindiquen los derechos laborales de las y los trabajadores en Ciudad Juárez, unas valientes mujeres trabajadoras de las maquiladoras decidieron organizarse para defender y promover los derechos humanos laborales. Entre ellas, se encuentran Betty, Mireya, Erika y Perla. Son mujeres de distintos horizontes e historias, pero con el objetivo común de luchar por un trabajo digno. Así nace la Colectiva Rosa Luxemburgo. La Colectiva busca organizar a las personas trabajadoras, incidir en las y los tomadores de decisiones, así como generar proyectos de economía social. Ya con varios años de organización colectiva y asistencia a las personas trabajadoras, la Colectiva es reconocida como un grupo de referencia para la comunidad de Ciudad Juárez. Para 2022, las integrantes de la Colectiva tienen un gran sueño: abrir un Centro de acompañamiento y organización a personas trabajadoras en Ciudad Juárez. El Centro tiene por objetivo ser un contrapeso frente a las prácticas discriminatorias de las maquiladoras. También se desea que dicho espacio se vuelva un punto de encuentro seguro para las personas trabajadoras de los sectores más precarizados de Ciudad Juárez. La Colectiva estará atendiendo las solicitudes que se presenten desde el Centro y organizando respuestas coordinadas ante violaciones a los derechos humanos laborales. Para lograr su sueño, Mireya, Betty, Erika, Perla y las demás integrantes de la Colectiva desean recibir una capacitación de derecho laboral mexicano. Están convencidas que con esos conocimientos estarán en condiciones de proveer una atención efectiva y certera a las solicitudes de información que se les vayan presentando. Con esta capacitación, estarán iniciando una larga historia de apoyo, acompañamiento y luchas colectivas por los derechos humanos laborales.
“No merecemos que se nos vaya la vida en la maquiladora…”
Mireya, trabajadora de la maquiladora.
“Tenemos una compañera que tiene su mano afectada por el trabajo […]. En esos casos, el seguro social pide una valoración médica y si hay desgaste del túnel carpiano, se da como única opción una operación de la mano. El problema es que muy pocas personas se recuperan de esa operación. Quita aún más funcionalidad. De no hacerse la operación, las trabajadoras no tienen acceso a una incapacidad o a una pensión parcial o total. Es injusto y solo genera más problemas laborales y económicos para las mujeres”.
Mireya y Betty, trabajadoras de la maquiladora.
“Hay discriminación por problemas de salud. Un gran número de personas que estaban contratadas desde hace mucho tiempo en las maquiladoras, ahora (con la pandemia) como son catalogadas como personas vulnerables, las sacaron de la maquiladora. Hay incluso un grupo de trabajadoras que no se han podido volver a colocar por estar en este grupo de personas vulnerables”
Betty, trabajadora de la maquiladora.
Mujeres trabajadoras organizadas: contrapeso a las injusticias en las maquiladoras.
“Le pusimos Rosa Luxemburgo a la Colectiva porque ella era una mujer con propuesta política que luchó para que el proletariado tuviera voz propia. Ella es un ícono para las mujeres el 8 de marzo”.
Betty, trabajadora de la maquiladora.
¡Apoya a las trabajadoras a abrir su Centro!
¡No lo pienses más y únete a la causa!