La jornada de 40 horas es un paso necesario, pero no suficiente: garantizar derechos laborales implica transformar las condiciones estructurales de precariedad

La jornada de 40 horas es un paso necesario, pero no suficiente: garantizar derechos laborales implica transformar las condiciones estructurales de precariedad

Desde el Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDESC) celebramos la implementación de la jornada laboral de 40 horas como un avance relevante en el reconocimiento del derecho al descanso digno y al tiempo libre. Esta medida representa una victoria importante tras años de lucha del movimiento sindical y de organizaciones sociales que han exigido la dignificación del trabajo en México.

Sin embargo, advertimos que esta reforma, aunque positiva, corre el riesgo de convertirse en una medida simbólica si no se acompaña de transformaciones estructurales profundas. En un país donde más del 55% de las personas trabajadoras se encuentran en la informalidad laboral (ENOE, INEGI, cuarto trimestre de 2024), y donde persisten formas de subcontratación abusiva, reducir la jornada sin garantizar la formalidad, la inspección efectiva y la vigilancia del cumplimiento puede dejar fuera a quienes más necesitan estos derechos.

Para que esta medida tenga un impacto real, es fundamental:

– Asegurar su implementación efectiva y justa, a través de planes robustos de inspección laboral y mecanismos de sanción para evitar simulaciones empresariales. Según datos de la STPS, en 2023 se realizaron apenas alrededor de 46 mil inspecciones en un universo de más de 5 millones de unidades económicas registradas, lo que refleja una capacidad de vigilancia muy limitada (Informe Anual STPS 2023).

– Proteger los ingresos de las y los trabajadores, garantizando que la reducción de jornada no se traduzca en recortes salariales ni en un aumento de la carga de trabajo individual. Asimismo, garantizar la igualdad salarial y dignidad para todas las personas trabajadoras sin distinciones que se establece en la Constitución mexicana en su artículo 123 establece que “a trabajo igual, debe corresponder salario igual” y que todo trabajo debe ser “digno y socialmente útil”.

– Avanzar hacia la formalización del empleo, en sectores históricamente excluidos de los derechos laborales, como el trabajo del hogar, el comercio informal o la agroindustria. Según el CONAPRED y el IMSS, sólo el 3% de las trabajadoras del hogar cuentan con acceso pleno a seguridad social (IMSS, octubre 2024).

– Poner al centro las voces de quienes enfrentan mayor precariedad, en particular mujeres, personas jóvenes y migrantes, que sufren condiciones de explotación y sobrecarga laboral sin acceso pleno a derechos. La ENOE muestra que las mujeres ocupan el 75% de los empleos informales en el sector servicios y enfrentan mayor carga laboral no remunerada.

La reducción de la jornada laboral debe ser un punto de partida para construir una política laboral integral que garantice seguridad social, contratos estables, respeto al derecho de organización colectiva y protección contra la discriminación.

Además, consideramos fundamental que la sociedad civil organizada sea incluida de manera activa en las mesas de diálogo, implementación y seguimiento de esta reforma. Las organizaciones que trabajamos desde hace décadas por los derechos laborales en México tenemos un conocimiento profundo de las condiciones reales que enfrentan millones de personas trabajadoras, especialmente en contextos de alta precariedad. Desde ProDESC reiteramos nuestra disposición a contribuir con análisis técnico, propuestas viables y metodologías participativas que fortalezcan una implementación efectiva y centrada en las personas más afectadas por la desigualdad laboral.

En ProDESC reiteramos nuestro compromiso con la defensa de los derechos laborales y llamamos al Congreso, al Ejecutivo y a los organismos de inspección y justicia laboral a no quedarse en la superficie de la reforma. Es tiempo de avanzar hacia un modelo de trabajo justo, digno y con derechos para todas las personas trabajadoras.